Otros cultivos arraigados a esta zona son la escanda y el centeno. Éste último arrastra tras de sí una vieja tradición en el occidente astur. Lleva ventaja respecto al trigo al ser menos exigente en fertilizantes, proporciona una abundante cosecha de paja y permite ser cultivado en terrenos arenosos y empobrecidos. El centeno iguala la producción de grano y lo supera en la de paja.
Para sembrarlo se volteaba el suelo con un chapo o gran azadón. Removiendo la tierra, aireándola. Se rozaba el terreno para eliminar las malas hierbas, las cuales posteriormente serían quemadas para conseguir cenizas fertilizantes. El cultivo del centeno sigue siendo conveniente, cuando no necesario, en los terrenos de monte.
Por otra parte, encontramos un cultivo que fue adquiriendo gran importancia desde el siglo XVI, es el maíz. El maíz fue Gonzalo Méndez de Cancio quien lo introdujo en 1601.
"aunque la conquista de aquel hemisferio (América) no hubiese tenido otras ventajas, sería esta adquisición suficiente a compensar lo gastos y fatigas que ha costado, y motivo de gratitud eterna al inmortal Colón, por lo que el suelo de nuestra provincia es el que más se ha aprovechado de este dichoso hallazgo, y en el que menos degenera esta planta exótica, pues aunque no siempre produce grano sobresaliente, debe atribuirse semejante falta a varias preocupaciones de sus cultivadores, que no todas la veces consultan las circunstancias de las estaciones agrarias, y menos la influencia de la atmósfera, árbitro de la calidad de las cosechas; es asimismo evidente que a los países muy poblados y en que cultivaban sus habitantes porciones pequeñas de tierra, solo el maíz puede abastecerlos suficientemente..." (Martínez Marina: "Diccionario geogrº-histórico")
Con la harína del maíz se prepara la maizena, así como harinas y la boroña, destinados a la alimentación de la ganadería.
El maíz también supuso importantes cambios en el medio rural:
"El maíz produjo un considerable aumento de la productividad de la tierra y una estrecha asociación de agricultura y ganadería (...) El maíz sirvió, pue, para fortalecer el carácter autárquico de las explotaciones campesinas asturianas" (José Luis San Miguel Cela: "Agricultura" en "Historia de Asturias", Ayalga tomo 9 pg. 56.)
Hay una rica tradición de costumbres y festejos entorno a maíz, con reuniones vecinales para el trabajo y el festejo del mismo.
Para sembrarlo se volteaba el suelo con un chapo o gran azadón. Removiendo la tierra, aireándola. Se rozaba el terreno para eliminar las malas hierbas, las cuales posteriormente serían quemadas para conseguir cenizas fertilizantes. El cultivo del centeno sigue siendo conveniente, cuando no necesario, en los terrenos de monte.
Por otra parte, encontramos un cultivo que fue adquiriendo gran importancia desde el siglo XVI, es el maíz. El maíz fue Gonzalo Méndez de Cancio quien lo introdujo en 1601.
"aunque la conquista de aquel hemisferio (América) no hubiese tenido otras ventajas, sería esta adquisición suficiente a compensar lo gastos y fatigas que ha costado, y motivo de gratitud eterna al inmortal Colón, por lo que el suelo de nuestra provincia es el que más se ha aprovechado de este dichoso hallazgo, y en el que menos degenera esta planta exótica, pues aunque no siempre produce grano sobresaliente, debe atribuirse semejante falta a varias preocupaciones de sus cultivadores, que no todas la veces consultan las circunstancias de las estaciones agrarias, y menos la influencia de la atmósfera, árbitro de la calidad de las cosechas; es asimismo evidente que a los países muy poblados y en que cultivaban sus habitantes porciones pequeñas de tierra, solo el maíz puede abastecerlos suficientemente..." (Martínez Marina: "Diccionario geogrº-histórico")
Con la harína del maíz se prepara la maizena, así como harinas y la boroña, destinados a la alimentación de la ganadería.
El maíz también supuso importantes cambios en el medio rural:
"El maíz produjo un considerable aumento de la productividad de la tierra y una estrecha asociación de agricultura y ganadería (...) El maíz sirvió, pue, para fortalecer el carácter autárquico de las explotaciones campesinas asturianas" (José Luis San Miguel Cela: "Agricultura" en "Historia de Asturias", Ayalga tomo 9 pg. 56.)
Hay una rica tradición de costumbres y festejos entorno a maíz, con reuniones vecinales para el trabajo y el festejo del mismo.
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