jueves, 11 de febrero de 2010

Poniendo fin al apartado dedicado a la explotación agrícola de las tierras asturianas, centradas en la zona de Tineo. Realizaremos una pequeña mención a las explotaciones ganaderas, realizando un breve recorrido histórico.
La actividad ganadera comenzó con el sedentarismo, dado tras una etapa de evolución técnica y social, que favoreció el paso de las poblaciones nómadas al sedentarismo. Asentandose en una única zona, en la cual podían obtener los recursos necesarios para su supervivencia, se producía ,por tanto, una agricultura y ganaderia de subsistencia. Con anterioridad los recursos se obtenian mediante el movimiento del poblamiento, de su desplazamiento de unas tierras a otras según sus necesidades , en función de los requerimientos del poblado. El cambio estacional como con algunas especies animales era motivo de migrar, de unas zonas a otras. A pesar del paso del tiempo, esta tendencia a migrar por motivos estacionales siguió presente hasta hace escasos años, en determinados pueblos, que se desplazaban con el ganado y sus posesiones. Era frecuente con esto tener varias propiedades, que se ocupaban sucesivamente. Pues bien, con esto vemos claro que el avance técnico, ante todo, proporciono un cambio social, y la mejor evolución de la especie. Esto es determinante en toda la evolución humana, pues las sucesivas mejoras técnicas convinieron en mejoras de vida, en cambios, en la supervivencia de estos individuos que por mutaciones eran capaces de realizar actividades que los demás miembros del poblado no podían hacer. Se supone por tanto una mejor adaptabilidad del mismo, y dado esto unas mayores posibilidades de reproducción y de que esa mutación pase a sus descendientes, los cuales podrán realizar actividades semejantes, contribuyendo al progreso y evolución.
Con todo esto veremos como una sociedad con mayores conocimientos va adaptando los recursos que tiene a su disposición a sus necesidades, con esto comienza la ganadería y la agricultura. Dejando atrás los hábitos de caza y recolección.

Así las cosas, estos agrupaciones comenzaron con la cría y el cultivo de sus propios aliementos. Construyendo los primeros asentamientos fijos, donde realizaban toda su actividad vital.

Tras ésta primera etapa, y realizando un salto hacia el mundo romano, veremos como los animales se tornan en ayudantes a la producción, y se comienzan a introducir innovaciones en cuando a instrumentos para realizar estas actividades. Como el arado de vertedera, el cual estará presente durante muchos siglos, hasta la revolución agraria surgida en Inglaterra durante los siglos XVII-XVIII, esta supuso un renovamiento en estas actividades, y teniendo claras influencias en la ganadería através de la agricultura. Hasta entonces se utilizaba un sistema de rotación de cultivos, donde una parcela de tierra estaba destinada a permanecer en barbecho para que esta se recuperase, descansar la tierra para su futura explotación. Ahora y para aumentar la productividad y la producción de la tierra, pasando de la agricultura extensiva a una más intensiva, se sustituyo la tierra en barbecho, por el cultivo de plantas forrajeras. Estas contribuyeron a la estabulación del ganado, teniendo así un alimento, para los mismos, así como un posible excendente del cual pueden conseguir beneficios económicos libres, tras la venta de la parte excedente de los cultivos. La estabulación del ganado favorecio la producción intensiva ganadera, dejando de lado la producción extensiva que se realizaba antes. Esto contribuyo a mejoras en la alimentación, y así a mejoras en la sanidad, debido a una mejor nutrición.

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